El buque no tripulado, de 27 metros de eslora y 7,5 metros de manga, destacará por su capacidad para operar
remotamente desde un centro de operaciones. Estará equipado con un sistema de sensores a bordo que permitirá
llevar a cabo de forma eficiente trabajos de inspección submarina mediante el lanzamiento y recuperación de
vehículos operados por control remoto (WROV) capaces de sumergirse hasta 2000 metros de profundidad. Una de
las características destacadas de este buque no tripulado será su autonomía de al menos 30 días en el mar.
